Ya les habíamos comentado hace unos días el inicio de la campaña propagandística de Bu$hCo para engañar y confundir al público con el objetivo de justificar una guerra con Irán.
Esta campaña incluyó una presentación anónima a la prensa hace unos días en la cual se acusó a Irán de estar implicado en el suministro de bombas a grupos extremistas iraquíes que mataron a más de 170 militares estadounidenses y aliados desde junio de 2004.
La acusación del gobierno de EEUU fue aún más allá implicando directamente al guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei como responsable de éstos actos.
Sin embargo hace un par de días el mismo presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de Estados Unidos, el general Peter Pace desmintió al gobierno de Bush…
… aclarando que aunque el material usado en algunas de esas bombas puede proceder de Irán “eso no significa que el gobierno iraní esté directamente implicado“.
Horas más tarde Pace dijo nuevamente
“Por lo que yo sé, yo no diría que el Gobierno iraní sabe claramente lo que está pasando o es cómplice”.
A éste desmentido se sumó ayer el del Jefe de CentComm (Central Command), el Almirante William Fallon, Jefe máximo de las fuerzas militares de los EEUU en el Medio Oriente.
Al ser entrevistado por la cadena CNN Fallon dijo no tener idea quien pueda estar detrás del suministro de éstas bombas.
Está es una insólita muestra de divergencia en el Gobierno de George W. Bush, cuando dos jefes máximos militares lo contradicen abierta y públicamente.
Quizás ésto quiera decir que los altos mandos militares de EEUU entienden mejor que nadie la catástrofe que sería para el país en éstos momentos iniciar una nueva guerra con Irán, y están intentando ponerle los frenos a los neoconservadores de la Casa Blanca con Cheney a la cabeza antes de que éstos nos lancen a todos al precipicio.
Es hora que los demócratas en el Congreso, quienes se sumaban ayer a las críticas contra Bush y ponían en duda la solidez de sus acusaciones contra Irán, tomen una postura enérgica antes de que sea muy tarde.
Y sabremos si en verdad hay una diferencia real entre los demócratas y los republicanos o, como suponemos muchos, sólo se trata de un juego supuestamente democrático (porque hay alternancia), pero en el que los mismos grupos de poder se van rotando sin modificar sustancialmente ni la política interior ni, mucho menos, la política exterior que de siempre, ora en republicanos, ora en demócratas, se ha caracterizado por el intervencionismo.