En el tema de Irak, setiembre será definitivo…..o no

Después de oponerse durante meses al pedido de los Demócratas en el Congreso para retirar las tropas, bajo el pretexto de que hay que esperar el reporte en setiembre del comandante en Irak general David Petraeus antes de tomar decisiones, Bush ahora se dedica a minimizar la importancia de este reporte.

Y no podía ser para menos.

Bush Petraeus

Petraeus y Bush en Irak

Primero Bush tuvo que dar marcha atrás en su intención de “escribir” el reporte Petraeus evaluando los resultados de la escalada militar en Irak.

Parece que la idea era que el general le mandara a Bush sus conclusiones y recomendaciones para que luego…

…la Casa Blanca las “incorporara” dentro de un reporte más amplio.

“Mi general, envíenos su evaluación de la situación en Irak que acá en la Casa Blanca se la ‘editamos’ para que se vea más bonita”.

Una vez que los blogs sacaron a la luz el fraude, la Casa Blanca dijo que no iba a haber un “único” reporte Petraeus, sino que el Pentágono y varias otras agencias iban a enviar una serie de reportes independientes. Incluso, el Pentágono tampoco entregaría un reporte único sino varios reportes diferentes preparados por diferentes personas.

O sea, según la Casa Blanca, “sembremos confusión y continuemos empujando nuestra agenda de quedarnos en Irak por 10, 15 o 20 años; es decir, hasta que se termine el petróleo del subsuelo”.

Sin embargo la Casa Blanca no contaba con que uno de los informes más importantes, el de la imparcial Oficina de Contraloría del Gobierno, fuera filtrado a la prensa de manera clandestina antes que Bu$hCo tuviera oportunidad de preparar su circo de prensa para desprestigiar el reporte.

Según la Oficina de Contraloría del Gobierno, “la violencia permanece alta” en Irak, hay un mínimo progreso político y los resultados sobre seguridad son mixtos. De los 18 objetivos fijados por el Congreso Irak sólo cumplió con tres de éstos.

Esto hizo que “el decididor” (“el que decide” en buen Castellano, o “the decider” en Inglés presidencial) hiciera él mismo un viaje relámpago a Irak para “evaluar detalladamente” la situación desde el mismo lugar de los hechos.

No sé que show le habrán hecho los militares a Bush en las pocas horas que estuvo en Irak (ni tampoco si importa mucho), pero ahora toda la prensa tradicional está repitiendo como loros que el presidente, “siguiendo el consejo de un grupo de asesores”, estaría dispuesto a iniciar “un recorte simbólico del número de soldados en Irak para finales del año”.

Por supuesto los Demócratas siguen sin enterarse de porqué fueron enviados al Congreso por los votantes en noviembre del 2006 (o sea para terminar la guerra y traer a las tropas a casa), así que dudo mucho que puedan decidirse y reunir el coraje suficiente como para enfrentar al “decididor” cuando éste diga en pocos días que planea mantener el mismo curso y hacer simplemente uno que otro cambio “simbólico”.

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