Para los que ya están celebrando el “moretón” de esta semana a la Casa Blanca, tras presentarse cargos criminales contra el asistente favorito del vicepresidente Dick Cheney, Lewis “Scooter” Libby, no se contenten de a mucho porque hasta el momento nadie a pagado ni un día de càrcel y nadie ha pedido ni las más mínimas disculpas por una guerra que ya dejó más de 2.000 soldados de Estados Unidos muertos y más de 30 mil iraquiés en la tumba.
Y aunque Bush se fue el fin de semana de Washington, pocas horas después de la renuncia de Libby, tras leer un escueto comunicado que como lamenta la salida de este “ilustre servidor público” y de que todos son “inocentes” antes de cualquier juicio (excepto José Padilla, los detenidos de Guantánamo y cualquier inmigrante de turno que tiene que probar su nacionalidad o puede ir directo a la càrcel), no crean que por eso están preocupados por su imperio.
Malhumorados, sí, pero ya tienen una estrategia desarrollada, basada en su difunto
líder Ronald Reagan.
Según informes que corren por ahì, los abogados de Libby usaràn la defensa de “no me acuerdo” para defender al principal asesor del vicepresidente Cheney.
Dirán que como Libby es un tipo tan ocupado y con tantas tareas a diario, ni modo que se acuerde de todas las conversaciones que ha tenido y todos los temas que trataron….
hmmm, un asistente supuestamente brillante, de las mejores universidades etc, pero no se acuerda si habló especìficamente, con nombre y apellido de una agente encubierta de la CIA a unos periodistas específicos, cuando especìficamente el esposo de la agente atacó a Bush y sus supuestas evidencias para invadir a Irak…esa no se la cree ni el difunto Reagan…