Como les dije anteriormente, el diario El Comercio del Perú está haciendo un uso muy interesante e innovador de las tecnologías Web 2.0 para mantener a sus lectores informados minuto a minuto de lo que sucede en la zona del desastre.

Minutos después de que sucedió el sismo pude mantenerme informado de lo que ocurría siguiendo su feed de Twitter a pesar de que las comunicaciones telefónicas y muchas páginas web del Perú estaban caídas. Twitter es un sistema de mensajería instantánea que permite enviar y recibir mensajes de texto cortos (de hasta 140 caracteres) por cualquier dispositivo electrónico que se comunique con la Internet (computadoras, teléfonos celulares, Blackberry, iPhone, sistemas de chat, etc). Hasta ahora su principal uso ha sido como herramienta de interacción en redes sociales, pero obviamente el potencial de Twitter en situaciones de emergencia es muy grande y recién comienza a ser explorado.

Otro uso que está haciendo El Comercio de las herramientas de la Web 2.0 es la integración de noticias tanto textuales como de medios audiovisuales con co-localización geográfica en mapas Google.

Mapa de Pisco y co-localización geográfica con noticias y hechos de importancia (El Comercio)

Me alegra realmente ver a un diario Latinoamericano utilizando estas herramientas tecnológicas de una manera tan innovadora para proporcionar a su público y al mundo entero una cobertura detallada y “en tiempo real” de un acontecimiento tan trágico y complejo como lo ha sido el último terremoto.

Felicitaciones a El Comercio.

Según un artículo aparecido en The Guardian cientos de niños son envenenados cada año por los gases tóxicos que emanan de una refinería de arsénico y otros metales como plomo, cadmio y cobre en La Oroya, Perú.

Los gases son producidos por la corporación estadounidense Renco Doe Run, la cual durante los últimos 13 años ha figurado como una de las peores en términos de contaminación ambiental en la lista de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los EEUU.

En La Oroya los niños tienen que jugar usando máscaras de gases

Los gases emanados por ésta empresa quedan estancados en el aire encima de La Oroya y causan que cientos de niños sufran efectos tóxicos y problemas de salud física y mental.

Según el Blacksmith Institute de los EEUU, la devastación ambiental en La Oroya es comparable sólo con la que ocurre en la ciudad rusa de Chernobyl.

Estudios ambientales han demostrado la presencia de niveles de arsénico, cadmio y plomo que son respectivamente 85, 41 y 13 veces más altos que el máximo aceptable por la Organización Mundial de la Salud.

Mientras tanto el presidente Alan García prefiere dar la espalda criminalmente al problema y ha dejado a esta población en total desamparo “por temor a enfrentar a los inversionistas extranjeros”, según dice The Guardian.