El deportado del día
San Antonio, Texas, diciembre de 2003, La muerte de un joven soldado mexicano de 20 años, que combatió en Iraq, y la deportación de su padre han conmovido a la población de la pequeña comunidad de Bellville, a unos 200 kilómetros al este de San Antonio, donde la familia Colunga ha vivido por cerca de 20 años.
Después de esto, y a cuatro meses de que su hijo fue enterrado con honores en un cementerio de Texas, Zeferino Colunga fue deportado el pasado 5 de diciembre.
Colunga padre, mecánico y conductor de camiones, fue detenido al existir una orden de aprehensión en su contra por haber ingresado a Estados Unidos de manera ilegal en 1999. Ya había sido deportado en 1993, luego de confesarse culpable de posesión de marihuana.
Louisa Aquino, vocera de la Oficina de Inmigración y Resguardo Aduanal (BICE) en Houston, explicó que "aunque trágica, la muerte de su hijo es irrelevante en este caso. Con base a las leyes, no tenemos más recurso que deportar a quienes entran de manera ilegal", añadió.
Para Teresa Colunga, de 19 años de edad, la eficiencia de las autoridades migratorias no tiene sentido. "Perdí a mi hermano en la guerra y ahora estoy perdiendo a mi padre (...). Al gobierno ni siquiera le importa que su hijo acaba de morir sirviendo a este país".