Justo cuando Bush se va de vacaciones a su rancho (todo un mes, en un país donde la mayoría tiene apenitas dos semanas) se desata una súper crisis diplomática que puede poner a temblar el mundo de los protocolos diplomáticos respetados desde hace siglos.
Y aunque CNN, NBC, ABC, CBS y Primer Impacto, no han tratado para nada el tema, aquí se lo traemos en los blogueros, su fuente exclusiva de los eventos que se tramitan en las sedes burocráticas de Washington.
Pues resulta que el nuevo gobierno de Ecuador (creo que le falta un par de semanas en el poder) está estupefacto, extrañado y ofendido porque parece que el Departamento de Estado todavía no ha "recibido" oficialmente al nuevo embajador ante Washington, Alvaro Pérez. (Le pedimos urgentemente a Condi Rice que atienda personalmente este asunto)
Según el Departamento de Estado, no pueden aceptar al "nuevo" embajador, porque todavía está pendiente la solicitud de otro embajador nombrado por el deambulante Lucio Gutiérrez a quien los ecuatorianos sacaron a la patadas y que ahora se dedica a amenazar al país con su regreso al poder.
Y aunque en Washington, este percance burocrático no acapara ni una línea en los medios (excepto este blog que está exagerando en darle tanta cobertura a este tema) en Ecuador está la noticia en todos los periódicos y llueven declaraciones oficiales de la tragedia de quedarse sin embajador en Washington (por lo menos hasta que tumben a este presidente y pongan a otro u otra)
NO NOS IGNOREN, PLEASE
El canciller Antonio Parra Gil se mostró "extrañado" y como un "hecho muy especial" que Washington haya pedido "por nota" (osea que ni siquiera en persona) que Ecuador retire la solicitud del embajador pendiente antes de aprobar el nuevo.
"En la práctica, en lo internacional, no se acostumbra a retirar mediante nota al anterior candidato", dijo el ministro y además indicó que se opone a "retirar" el nombre anterior porque además de tratarse de una designación de otro gobierno, tampoco es una costumbre diplomática.
Los comentarios políticos locales han atribuido estos roces a diferencias entre Washington y Quito por el acercamiento de Ecuador a Venezuela y problemas jurídicos que afronta en este país la petrolera estadounidense Occidental (Oxy).
Sin embargo, la Embajada de EU en Ecuador (creo que todos los voceros del Departamento de Estado en DC estaban con otros temas como Irán) negó esa posibilidad y dijo que se trata de una práctica diplomática normal.
La directora de la Oficina de Prensa y Cultura de la Embajada, Martha Stell, señaló que este proceso "es completamente el estándar normal de la práctica diplomática" y agregó que no sabe cuánto tiempo le tomará a su Gobierno dar el plácet al nuevo embajador ecuatoriano.
(A lo mejor Bolivia les puede asesorar con eso de nombrar embajadores con tanto cambio de gobierno)
Ninguno que nombren podrá reemplazar a la embajadora Ivonne Baki (otra que cayó con Guitèrrez) que puso a la Embajada de Ecuador en el mapa social de la diplomacia en Washington.