En español y en coreano el alcalde latino de la segunda ciudad más importante de Estados Unidos, Los Angeles, le responde a Bush.
Aquí el discurso, que dio tras desearle el pésame a la familia King, por la muerte de Coretta Scott King, la primera dama de los derechos civiles en Estados Unidos.
DISCURSO DEL ALCALDE ANTONIO VILLARAIGOSA
Buenas noches.
Les habla Antonio Villaraigosa, Alcalde de la Ciudad de Los Ángeles y un demócrata.
Pero no les hablo esta noche solamente como vocero de mi partido.
Estoy aquí como un padre preocupado por el futuro y a la vez, como un americano orgulloso.
Imagínese esto - yo, un hijo y un nieto de inmigrantes, recibí una segunda oportunidad en la vida y llegué a ser el alcalde de la segunda ciudad más grande de Estados Unidos.
¿En qué otra parte del mundo, podría llegar a pasar esto?
Les hablo esta noche de un futuro en el que mas americanos tienen la misma oportunidad que tuvo mi familia.
Estoy aquí para decirles que los mejores días de nuestra nación aun están por llegar.
Pero también les hablo esta noche porque me preocupa profundamente el camino al que se dirige nuestro país.
Me preocupa que demasiada gente trabajadora esté ganando menos y perdiendo fe en el sueño americano.
Me preocupa que no estemos invirtiendo lo suficiente en nuestros hijos ni en nuestro futuro económico.
En realidad, no importa si usted es demócrata, republicano, o independiente.
No importa de qué parte del país sea o que idioma hable en su casa.
No importa si va a su trabajo en un carro de último modelo o en autobús.
Todos somos miembros de una familia estadounidense.
Este es un gran país.
Y siempre hemos sido más fuertes cuando hemos luchado el uno por el otro.
Este país debe ser una familia unida y los demócratas estamos comprometidos a ese fin.
Esperábamos escuchar lo mismo por parte del Presidente esta noche.
Pero lo que escuchamos, fue la misma defensa de siempre de las políticas que precisamente han dividido a este país durante los últimos cinco años.
Así que hablemos del verdadero estado de la nación.
El próximo mes, la deuda nacional de Estados Unidos llegará a casi $8.2 billones de dólares por la imprudencia de esta administración.
Les quiero decir esta noche: que estamos arriesgando el futuro de nuestros hijos, y eso es inmoral.
Hoy, 46 millones de personas en Estados Unidos, incluyendo un 39 por ciento de Latinos, no tienen acceso a seguro medico aunque trabajen cuarenta horas o más por semana.
Hoy, 6 millones de niños están a punto de reprobar sus clases; y once millones de personas no pueden leer un horario de autobús ni llenar una solicitud de empleo.
Arreglar nuestras escuelas públicas no solamente es una prioridad, sino debe estar al frente del debate nacional.
Bajo esta administración,
4 millones de personas han perdido su lugar en la clase media y ahora forman parte de la clase pobre.
Y los nuevos trabajos que se han creado pagan menos que los que se han perdido.
Necesitamos una estrategia nacional agresiva para fortalecer la habilidad de nuestros trabajadores y fortalecer la competitividad de Estados Unidos en la economía global.
Nuestras tropas están sirviendo valientemente en el Medio Oriente, pero los estadounidenses están cada día más divididos y dudan de las razones de esta misión.
Este país le debe a nuestros soldados y a las familias que los esperan, un plan claro y creíble para terminar el trabajo y que regresen a casa.
La verdad es que juntos, podemos hacer de Estados Unidos un país mejor.
Y eso empieza con la restauración de nuestro sentido de comunidad nacional.
Esto me lo enseñó mi madre, Natalia.
Era una mujer de espíritu fuerte.
Una madre soltera que crió a cuatro hijos en el Este de Los Ángeles.
Que anduvo en autobús casi todos los días de su vida.
Que tuvo dos trabajos a la vez solo para que mis hermanos y yo pudiéramos ir a la universidad.
Con su sencillez y con su gracia, nos enseñó los principios importantes de la vida.
El valor de trabajar duro, sobre la obligación que tenemos todos de crear una vida mejor para nuestros hijos, y de que no hay nada - nada en el mundo - tan importante como familia.
Entendimos que las obligaciones de las que nos hablaba iban más allá de nosotros mismos.
El niño que no termina la escuela secundaria, el dueño de un pequeño negocio que trata de lograr sus sueños, la madre que busca cuidados médicos de calidad para sus hijos - todos ellos, son nuestra familia también.
Los demócratas queremos acabar con la Cultura de la Corrupción y que vuelva la integridad y honestidad al gobierno.
Los demócratas queremos un seguro medico universal.
Los demócratas queremos un sistema fuerte de educación pública.
Los demócratas queremos crear empleos y queremos lograr la independencia de Estados Unidos en términos de la industria petrolera.
Los demócratas queremos una reforma completa del sistema de inmigración que respete a nuestros vecinos, que ayude a Estados Unidos ser un país más seguro y más fuerte, y que le de a la gente trabajadora, quienes obedecen las leyes, una mejor oportunidad para lograr el sueño americano.
Los demócratas queremos una seguridad nacional basada en decirles la verdad a nuestros ciudadanos, a nuestros soldados, y a nuestros aliados.
Más que nada, los demócratas queremos volver a unir a este país.
Necesitamos su voz y su visión pero ante todo, necesitamos su participación.
Estamos en esta lucha juntos.
Todos somos americanos, como nos recordó Coretta Scott King... que en paz descanse.
Muchas Gracias.
Que Dios bendiga a todos sus hogares.
Y que Dios bendiga a Estados Unidos.