Microsoft se habría aliado a la Coalición Cristiana y contratado a su ex-director Ralph Reed como consultor en comunicaciones.
Reed, quien es un aliado próximo de Bush, recibe $20,000 mensuales como pago de Microsoft.
Según algunas versiones, Reed habría influído en cambiar la posición de Microsoft que en el último momento retiró su apoyo a una propuesta de ley del estado de Washington prohibiendo la discriminación contra gays en el empleo, la vivienda y otras áreas.
La ley fue derrotada por un voto proveniente del representante del área de Redmond, lugar sede de Microsoft.
Esta reciente incursión en lo que el CEO de la compañía Steve Ballmer llama “el debate social” estaría estrechamente alineada con la agenda de grupos radicales de derecha como la Coalición Cristiana de Ralph Reed.