Los muertos civiles, los muertos anónimos, los que hasta hoy nadie había contado, los muertos que se pierden entre las listas oficiales de los soldados, policìas y extranjeros que han encontrado de repente su tumba en Irak.
Alguien los está contando…y ya van por los 25.000. Más de un tercio de esas muertes son directamente atribuibles a las fuerzas militares de la coalición liderada desde Washington.
Diariamente mueren 34 en promedio, 200 de las vìctimas son bebès. Las cifras fueron inmediatamente criticadas por el gobierno británico, y de seguro en Washington se hará lo mismo si la prensa hace su trabajo de preguntar sobre los datos.
Los datos han sido elaborados a partir de 10.000 informaciones de prensa y recopilados en un estudio del Iraq Body Count y del Oxford Research Group.
Estas organizaciones, integradas por académicos y pacifistas, responsabilizan a la coalición del 37% de las muertes de civiles y a los insurgentes del 9,5% de los casos mortales.
Otro 36% de muertes violentas son atribuibles a la delincuencia común, que se ha disparado a raíz del conflicto.
Las mujeres y los niños representan la quinta parte de la cifra de muertos, y casi uno de cada 10 fallecidos era menor de 18 años.
Y mientras en los cìrculos políticos de Washington se empeñan en hablar de Karl Rove y quien dijo que sobre la identidad de una agente de la CIA, no hablan de la mentira más violenta de todas, la de que era necesario invadir a Irak por una serie de razones que nada tienen que ver con la realidad.
Las imágenes lo dicen todo…