Así como Reagan se metió en Centroamèrica y Granada, el Congresista de Texas, Henry Bonilla (el de corbata) se quiere meter en la vida de los residentes de Washington DC, en contra de la voluntad de los habitantes de la ciudad.
Por poco pierde su última elecciòn y tiene su puesto en el Congreso gracias a las artimañas de reconstrucciòn de distritos de los republicanos, y ahora Bonilla, quiere cambiarle el nombre a la conocida, reconocida y principal calle 16 de Washington DC por “Boulevard Ronald Reagan”, lo que le costarìa a la ciudad más de 1 millòn de dólares.
Esto es posible gracias a que Washington, la capital del país de “la democracia” no tiene voto en el Congreso y desde su presupuesto hasta sus programas de salud tienen que pasar por la aprobación de los legisladores de otros estados. (la falta de representación en DC tema para otro comentario)
El hecho es que aunque más del 90 por ciento de los residentes de Washington votaron contra su vecino republicano que vive en la Casa Blanca y no quieren para nada los malos recuerdos de la era Reagan, ya los congresistas han le han puesto el nombre del expresidente al aeropuerto, una estaciòn de metro y un inmenso edificio en el centro de la ciudad.
Todos estos sitios que llevan el nombre del promotor de los contras se han impuesto en contra de la voluntad del los residentes de la ciudad y hasta el día de hoy muchos todavìa se niegan a llamar el aeropuerto por su nombre impuesto por decreto (Ronald Reagan National Airport).
Incluso las autoridades del metro de Washington se resistieron en colocar el nombre de Reagan en los letreros de la parada del aeropuerto hasta que los republicanos del Congreso amenazaron con quitarles fondos.
Pero regresando al tema de Bonilla, la respuesta del alcalde de la ciudad, el demócrata Anthony Williams, no se hizo esperar:
“Hace rato no escucho de una propuesta tan inùtil” y agregò que el legislador debería buscar sitios en su distrito de Texas si quiere nombrar algo.
El colega republicano de Bonilla, el congresista de Virginia, Tom Davis, fue más allá y llamò el proyecto de ley como “ridículo” y aseguró que el proyecto de ley no prosperaría.
Pues ojalá… si quieren nombrar algo en memoria de Reagan, debería ser un albergue para los “homeless” ya que durante su administración miles de personas se quedaron sin hogar…