Mientras Marta Sagahún de Fox anda en Washington proclamando el liderazgo de las mujeres en la política, su marido el presidente anda tratando públicamente a las mujeres como "lavadoras de dos patas".

Pues como ya ofendió a los afroamericanos, a los cubanos, a los venezolanos y a los bolivianos, sólo le faltaba ofender a las mujeres de su propio país, aunque algunos dirían que lleva tiempo ofendiendo a la mayoría de los mexicanos y mexicanas desde que llegó al poder.

Pues resulta que en un evento en Mazatlán, Sinaloa, el presidente Fox dijo

que como ejemplo de la  prosperidad en México, el 75% de los hogares cuentan ya con una lavadora. “Y no de dos patas o de dos piernas, sino una lavadora metálica”, acotó entre risas.

Las declaraciones generaron el rechazo de varias senadoras y senadores mexicanos:

La priísta Martha Palafox cuestionó: "Qué podemos esperar las mujeres mexicanas, si ya ven cómo trata a su esposa, que le chifla como si fuera una yegua y la carga como si fuera un changuito. No es posible, por respeto a su progenitora, que se exprese así de las mujeres, porque seguramente ella no tuvo lavadora automática en sus épocas".

Las legisladoras exigieron al mandatario una disculpa pública, porque con sus declaraciones en Mazatlán no sólo reflejó "el profundo desprecio" que siente por las mujeres, sino porque también insultó a las que lo rodean.

Mientras tanto en Washington, Marta Sagahún declaraba:

"Mientras más mujeres líderes tenga la humanidad, mayores serán nuestras esperanzas para romper la barrera de la inequidad y la injusticia", dijo ante varios centenares de profesionistas asistente al foro en la Cámara de Comercio de Estados Unidos. 

 "En el siglo XXI las mujeres seguiremos avanzando firme y rápidamente para hacer realidad ese sueño: la equidad de género debe ser, en el siglo XXI, una realidad sin excepciones", destacó en su discurso por el que recibió al final una ovación de pie.

Lamentó que en amplias zonas del mundo, las mujeres sigan siendo objeto de discriminación y sigan sin ejercer las libertades que consagra el derecho a todo ser humano. "Siguen siendo esclavas del prejuicio", agregó. 

Al respecto indicó que llegar a ser presidente de un país no es un asunto de género, sino de capacidad, conocimiento y voluntad. "Por supuesto, México como Estados Unidos y como cualquier otro país tiene ahora la posibilidad de tener una mujer en el poder". 

A ver si le manda el discursito a su marido para que lo lea.