Ese es el título de un artículo en el Washington Post en el cual el profesor de la Universidad de Pennsylvania Steve Freeman afirma que el funcionamiento de las máquinas de azar de Las Vegas son monitorizadas y reguladas mucho más que las máquinas de voto electrónico.
Según Freeman, Bush ganó las elecciones del 2004 por medio de fraude cometido usando las máquinas de voto electrónico, y luego hace una serie de comparaciones entre máquinas de azar y las de voto electrónico que sugieren que los estadounidenses protegen sus vicios más que sus derechos ciudadanos.
Aquí les traducimos algunas de sus conclusiones:
Me preocupa la satanización de la automatización.
Una cosa es votar y recibir de la máquina de votos un comprobante que se puede mirar, chequear y depositar en una urna para resguardarlo, como hacemos aquí en Venezuela y otra muy distinta es utilizar el voto electrónico para manipular como se hizo en las dos últimas elecciones en los EE.UU.
La automatización es necesaria, sobretodo cuando el clima político no dejaría espacio para procesos de totalización manual muy prolongados.
Con el actual índice de polarización entre los ciudadanos de los EE.UU. y su gobierno, Uds. deben luchar por lograr un sistema automatizado de votación, fiable y que permita el resguardo del voto, para poder pelear luego el respeto a la voluntad del pueblo.
Por otro lado sería interesante que pudiesen cambiar el sistema de las elecciones presidenciales, en mi opinión, nada democrático.