Resulta que el presidente Vicente Fox, tan enojado que le dijeran cachorro de Bush, ahora resulta que también es cachorro de la DEA.

Esta semana, después de decir que iba a firmar una ley que autoriza el uso de una dosis personal de droga en México, abruptamente cambió de opinión pocas horas que desde Estados Unidos le hicieran mala cara.

Y lo irónico de todo el caso, es que la presidencia de México, sí admitió que Fox cambió de opinión tras "consultas" con Estados Unidos, pero su decisión fue más que todo basada en "actores sociales" en México… ni idea quienes serán estos actores sociales, pero debería tomarlos en cuenta a la hora de manejar el país.   

Sin entrar en el tema de si despenalizar la droga es bueno o malo, sólo como consejo bloguero desde Washington, que disimule a la hora de cumplir las "sugerencias" de la Casa Blanca y que se espere por lo menos 24 horas antes de anunciar estos "cambios de opinión" y que deje de hacer tantas mariguanadas.

Y que le diga a sus socios en Washington que no lo hagan quedar mal con declaraciones como estas del portavoz del Departamento de Estado:  

Le damos la bienvenida al anuncio. Entiendo que el presidente (Vicente) Fox sometió algunas enmiendas a la legislación para que no haya duda que la posesión y consumo de drogas continúe siendo un crimen", dijo el vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack.

"Es un anuncio bien recibido," comentó.

Afirmó que "por supuesto" Estados Unidos se reunió con el gobierno mexicano para discutir el asunto antes de que fuera hecho el anuncio acerca de la ley. "Hubo reuniones aquí en el Departamento de Estado e imagino que hubo reuniones en otros lugares de Washington."

Y OTRA COSA: