Conforme se acercan las elecciones legislativas del próximo mes de noviembre y crecen las probabilidades de que los demócratas pasen a controlar por lo menos una de las cámaras del Congreso, Bush parece más que desesperado por pasar leyes que aseguren que sus crímenes de guerra y flagrantes violaciones de la Convención de Ginebra y la Constitución sean legitimadas retroactivamente por el Congreso y convertidas en ley.
Las leyes que Bush quiere pasar incluyen:
(1) Que el Congreso declare legales los métodos de tortura practicados en Guantánamo y en otras cárceles secretas por la CIA y otras agencias de inteligencia, y que la ley se aplique de manera retroactiva. Todo esto en clara violación de los estatutos de la Convención de Ginebra de la cual los EEUU es signatario lo cual por lo tanto convierte a estos estatutos en ley federal. Esta ley incluiría también inmunidad para todos los oficiales civiles del gobierno comprometidos en estos crímenes de guerra.
(2) Que se legitimen los tribunales militares secretos empleados en Guantánamo en contravención a lo dictaminado recientemente por la Corte Suprema que los declaró ilegales.
(3) Que se declare legal el espionaje electrónico doméstico sin orden judicial que el gobierno ha estado practicando desde hace unos años a pesar de existir una ley previa del Congreso que lo prohibe de manera muy específica y sin excepciones (ley FISA, 1978), y de que hace poco una corte federal lo declaró ilegal. Obviamente esta nueva ley se aplicaría de manera retroactiva.
La primera ley parece que sería aprobada en la Cámara Baja sin problemas. Las otras estarían todavía en discusión.
El mayor obstáculo para Bush estaría en el Senado en donde tres senadores republicanos que tienen mucha influencia se oponen a diferentes aspectos de estas leyes.
Los republicanos que se oponen son el senador por Virginia, John Warner, que representa a un gran número de constituyentes que son militares, el senador por Carolina del Sur, Lindsey Graham, quien es abogado militar, y el senador por Arizona y candidato presidencial en el 2008, John McCain, ex-prisionero de guerra torturado en Vietnam.
Estos senadores sostienen que no existe ninguna razón para violar la Convención de Ginebra, y que hacer esto sólo abriría las puertas para que otros países también lo hicieran. Esto dejaría totalmente sin protección contra la tortura y sin derecho alguno a los militares estadounidenses que pudieran caer prisioneros en guerras futuras.
Otro punto increíble de la segunda ley mencionada arriba es que uno podría ser acusado, convicto y ejecutado sin saber qué crimen cometió. Según esta ley el abogado defensor estaría prohibido de compartir con el acusado cualquier información acusatoria que el gobierno considere clasificada.
Según el senador Graham, este es el punto que sentencia a muerte a esta propuesta de ley.
El ex secretario de Estado Colin Powell también respaldó hoy los esfuerzos de estos legisladores para bloquear el plan de Bush.
Ojalá que la cordura y la conciencia de algunos legisladores conservadores que aún parecen tenerla prevalezca.
A esto se le llama adecuar las leyes al gobernante de turno, para tapar sus “chapuzas”, cuando es el gobernante el que tiene que cumplir las leyes. Realmente alucinante.
Muy cierto Merce.
Nuestra única esperanza es que algunos legisladores republicanos vean la luz y se unan a los demócratas para frenar en seco el fascismo al que nos está metiendo este gobierno.
Un saludo.
¿Legisladores republicanos se van a unir a los demócratas? ¿Es eso posible?
http://opiniones.wordpress.com/2006/09/16/el-11-s-visto-por-manuel-castells/