Pues según la prensa paraguaya y un resto de rumores, y como
ya sabemos a los blogueros nos encantan los rumores, parece
que a George W. Bush, ya le queda chiquito su rancho en Crawford, Texas
y anda comprando terrenos estratégicos en Paraguay,
país que recientemente aceptó tener
bases secretas militares de Estados Unidos y donde además
son unos superdotados en todo tipo de contrabando en la triple frontera.
Todo esto se da, desde que llegó al país
suraméricano, la hija del presidente, Jenna Bush,
supuestamente para trabajar con UNICEF, pero aunque anduvo visitando
niños pobres, todo el mundo parece creer que anda comprando terrenos para su padre.
Y que casualidad… todo bajo tan estrictas medidas de seguridad
secretas, que ni la prensa pudo comprobar si de verdad se trataba de
niños pobres o de niños preseleccionados como
hace por estos lados su padre…
embargo, esta labor social de Jenna Bush no pudo ser
acompañada por
los medios de prensa locales ya que se arbitraron medidas de seguridad
extremas que hicieron imposible seguir la visita de la hija del
mandatario de EE.UU. a Paraguay.
También
fue imposible consultar a Jenna Bush sobre las versiones de que
su padre adquirió más de 40 mil
hectáreas en el Chaco paraguayo, cerca
de la frontera con Bolivia, en Fuerte Olimpo, una región
cercana a las
reservas de gas del país del altiplano.
Y por si acaso aquí le incluimos el mapa del Chaco por si quieren montarle una protesta Cindy Sheehan o estando más cerquita Hugo Chávez….
el mapa no es del Chaco, sino del oriente paraguayo.
no hay ningun base militar de Estados Unidos en Paraguay.
Si te gusta criticar porque primero no criticas a tu gobierno,no todo el paraguay se dedicaal contrabando,tambien lo hacen los de brasil,tu mapa no es del chaco sino de Ciudad del Este frontera con brasil..Primero actualizate para opinar
miren, mientras EUA siga existiendo komo tal… todos seremos partes de su contrabando de armas y drogas… ya que son el principal importador de armas de primera calidad en todo el mundo, seguidos de alemania… (que pues me guste o no, por mi descendencia, son la misma cosa)