Ya era hora que alguien parara a Bush en su política de ignorar el calentamiento global y aprobar todo lo que piden las grandes corporaciones sin importar los daños que éstas causen al medio ambiente.
En un fallo histórico y un importante revés para la administración Bush, la Corte Suprema de los EEUU ordenó ayer al gobierno federal que revise las regulaciones de las emisiones de dióxido de carbono de automóviles
El caso se remonta al año 2003 cuando la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su nombre en inglés) rechazó una petición…
…para regular con base en la Ley del Aire Limpio (Clean Air Act) las emisiones de dióxido de carbono y otros gases invernadero emitidos por los automóviles.
En ese entonces la EPA adujo que estos gases no eran considerados contaminantes y que por lo tanto la agencia no tenía poder para regular su emisión. Una corte menor falló a favor de la EPA.
Después de esta decisión doce estados, tres ciudades grandes y varios grupos ambientalistas apelaron a la Corte Suprema argumentando que este tipo de protección contra la contaminación del medio ambiente constituía una función fundamental de dicha agencia.
En una decisión 5-4, en la que los cuatro magistrados más conservadores del alto tribunal _ el presidente de la corte John Roberts y los jueces Samuel Alito, Antonin Scalia y Clarence Thomas _ disintieron, la corte dijo que la Ley del Aire Limpio le da a la EPA la autoridad para regular estos gases.
Este es un triunfo enorme para la preservación del medio ambiente contra las políticas corruptas y destructivas de la administración Bush.