En vista de que ya casi nadie quiere enlistarse en el ejército americano a causa del desastre que ha resultado ser la guerra con Irak, las autoridades militares anunciaron hoy que estaban relajando las condiciones necesarias para adquirir el rango de oficial.
Ya no importa si uno es drogadicto o alcohólico, o que uno haya cometido algún crimen, o si uno necesita usar bastón de puro viejito, o ni siquiera que esté uno demasiado “gordito”.
Pareciera ser que siguiendo la política de “modernización” militar diseñada por Donald Rumsfeld, todo vale.
Está muy bien excepto que talvez no deberían hacer públicos éstos detalles. No vaya a ser que se entere el enemigo…