Entre las acusaciones criminales activas y pendientes a congresistas republicanos de la Cámara Baja, una incompetencia para gobernar del partido republicano pocas veces vista en la historia de este país, un presidente cuyo índice de popularidad está en el 29% y hundiéndose más rápido que el Titanic, y elecciones para el Congreso en noviembre, los republicanos decidieron ahora comenzar a pelearse entre ellos mismos.
Como si fuera poca su incompetencia y el desgobierno…
…los republicanos de la Cámara Baja se pelean ahora con sus copartidarios del Senado en un número de frentes.
Con respecto al nominado a ser el nuevo director de la CIA, el general Michael Hayden, el líder del Senado Bill Frist dice que es la persona ideal, mientras el Speaker de la Cámara Baja J. Dennis Hastert dice que no cree que este deba ser el nuevo director.
Mientras los senadores republicanos quieren pasar un reforma de inmigración que permita la legalización eventual de los inmigrantes indocumentados que se encuentran hoy en el país, los republicanos de la Cámara Baja dicen que no firmarán ninguna ley que no ordene deportarlos a todos.
Cuando el senador republicano Frist propuso darle a todos los estadounidenses un cheque por $100 para compensar por el alza de la gasolina, el líder republicano de la Cámara Baja John A. Boehner llamó la propuesta “insultante” y “estúpida”.
Y el Speaker Hastert declaró “muerta” aún antes de que se debata en la Cámara Baja una propuesta aprobada por el Senado para habilitar fondos por $109 billones para financiar las guerras de Irak y Afganistán, más ayuda a los damnificados por el huracán Katrina, y otros proyectos.
Los republicanos han tenido 6 años para gobernar sin oposición, y sólo demostraron su incompetencia y su cultura de corrupción.
No sorprende por lo tanto que ahora que se acercan las elecciones para el Congreso cunda el pánico entre ellos y se acrecienten las diferencias en un partido que nunca tuvo el interés y el bienestar del país y del pueblo como objetivos para su gobierno.