Cuando Al-Qaeda, Hamas, Hezbollah y otros grupos matan a niños y mujeres inocentes, EEUU y muchos países occidentales lo llaman “terrorismo”.
Yo, además de terrorismo, lo llamaría barbarismo, homicidio cobarde, salvajismo y muchos otros nombres y adjetivos que de seguro no podrían ni acercarse a definir esos actos salvajes o a ponerlos en su verdadera dimensión.
Sin embargo, cuando Israel hace lo mismo en el Líbano matando docenas de niños y mujeres inocentes, EEUU y los mismos actores en el mundo occidental lo llaman “derecho a defenderse”.
¡Qué conveniente posición la que toman estos gobiernos!
Nada justifica acciones criminales como las que Israel ha desatado en el Líbano.
(Advertencia: siguen fotos con contenido fuerte)
Hoy queda muy claro que el terrorismo y las matanzas indiscriminadas de mujeres y niños inocentes no son patrimonio exclusivo de aquellos grupos de dementes fundamentalistas árabes que usualmente hemos asociado a estos crímenes. Hoy Israel con su enorme poderío bélico se ha unido a las huestes de estos grupos barbáricos y asesinos sin siquiera la pretensión de aparentar un compromiso a las leyes internacionales, a la observancia de los derechos humanos, o a la más mínima pizca de decencia.
El mayor problema es que las matanzas de Israel en Líbano son financiadas en gran parte con nuestro dinero, el dinero de los contribuyentes en los EEUU, ya que Israel es el país que más ayuda externa recibe de este país.
Obviamente cualquier intento de las Naciones Unidas de mediar en la crisis y atribuir responsabilidad compartida tanto a Hezbollah como a Israel por la locura que han desatado en el Medio Oriente será vetada por los EEUU, que entre la ineptitud de Bush, los neoconservadores que insisten en transformar esta parte del mundo a su gusto, y el poder del lobby pro-Israel en Washington, mantiene la ya conocida y gastada visión unilateral que se filtra exclusivamente por el prisma israelita.
Este es un momento que requiere de verdaderos líderes mundiales para tomar control de una situación que amenaza salir fuera de control rápidamente.
Lamentablemente ese líder no se encuentra en los EEUU y gente como Tony Blair dificilmente podrá resarcir la imagen de ser un poodle de Bush.
Quizás sea la hora de que la Unión Europea, un grupo de países que tiene mucho que perder si se extiende la crisis al resto del Medio Oriente, tome riendas en el asunto, y enfrentado decididamente a Bush y a Israel en el ámbito político y diplomático, pare esta locura en la que al final nadie saldrá ganador.
nada justifica este horror
siempre salen perdiendo los mismos… los débiles los inocentes
poco puedo decir solo que
los judios no saben loque se perdieron con el fure.