En vista de que nadie quiere ofrecerse de voluntario para meterse a pelear en medio de la desastrosa guerra civil de Irak, el ejército y la infantería de marina de EEUU está ahora recurriendo a individuos con prontuarios criminales, incluidos aquellos condenadas por delitos graves.

En épocas normales personas con prontuarios delictivos son excluidas del servicio militar. Sin embargo ahora las fuerzas armadas están dando exoneraciones en casos de narcotráfico, delitos graves y faltas menores.

En los últimos tres años, unos 100.000 reclutas han sido incorporados a las fuerzas armadas, pese a su pasado criminal.

Según el reporte, la cifra de exenciones otorgadas por el ejército a individuos con prontuarios criminales creció en un 65% en los últimos tres años aumentando de 4,918 en 2003 a 8,129 en 2006.

Sin duda que si no salen pronto las tropas de Irak y la situación continúa deteriorándose dentro de poco tiempo sólo quedará un ejército cada vez más parecido al de Doce del Patíbulo (Dirty Dozen).

Mientras Bush y sus ministros salen todos los días en televisión acusando de “no apoyar a las tropas” a todos los que se oponen a su plan de escalar militarmente la desastrosa situación en Irak, parece que en el Pentágono se han comenzado a reunir en secreto los mismos individuos que propusieron ésta escalada para planear que hacer de aquí a un año cuando ésta falle.

De acuerdo a un reporte en Salon, ninguno de los que participan en éstas sesiones secretas cree en realidad que la escalada va a tener algún éxito, opinión que sólo admiten cuando se encuentran fuera de la vista del público y del escrutinio inmediato de la Casa Blanca.

Por el contrario, todos piensan que la escalada no sólo va a fallar desastrosamente sino que terminará acelerando la inestabilidad en la región al mostrar otro ejemplo más de la incapacidad e incompetencia de los Estados Unidos.

Aquí no hay ninguna sorpresa en realidad. Ya sabemos que todo lo que toca el rey George se convierte en….guano….por no decir otra cosa.

Después de ser mantenido en secreto por el Pentágono durante tres años bajo el pretexto de ser material clasificado, apareció finalmente en la Internet el video del ataque de dos aviones estadounidenses contra un convoy de tropas británicas en Irak en donde murió el cabo británico Matty Hull.

El video muestra claramente a los pilotos preparándose para atacar al convoy que transitaba cerca a Basora en Irak, y en éste se escucha repetidamente a los pilotos hablar sobre la posibilidad de que el convoy fuera de tropas aliadas ya que éstas llevaban en lugares muy visibles los paneles de color anaranjado que usan los aliados para diferenciarse del enemigo.

Sin embargo, a pesar de ver los paneles anaranjados y de hablar acerca de éstos, los pilotos deciden al final lanzarse en picada y atacar al convoy.

Las autoridades estadounidenses aceptaron entregar el video a las autoridades judiciales de Gran Bretaña sólo después de que secuencias de éste fueron divulgadas en el diario The Sun, y posteriormente difundidas ampliamente en televisión e internet.

Como ocurre generalmente en éstos casos cuando militares estadounidenses causan alguna desgracia mayor por negligencia o error, ninguno de los pilotos que ametrallaron al convoy fueron sancionados. Por el contrario, según el diario The Sun uno de los pilotos fue ascendido a coronel y ahora enseña “a novatos cómo bombardear en picada y ametrallar objetivos”.

Vale el dicho “Con aliados así… quién necesita enemigos”.