Es obvio que los demócratas en el Congreso no tienen ni la intención ni el valor para enfrentar a Bush y a los republicanos con el fin de evitar una guerra con Irán.
En estos días se escuchan de nuevo por todo Washington los mismos rumores y las mismas acusaciones falsas sobre Irán que se escucharon en el 2002 antes de la ocupación de Iraq.
Al mismo tiempo el país parece seguir caminando lentamente como un sonámbulo hacia el abismo de otra guerra esta vez con Irán.
Es de conocimiento público que la agenda neoconservadora que empuja desde la Casa Blanca el vicepresidente Cheney llama casi inevitablemete a bombardear Irán.
El hecho de que Bush no haya ordenado aún dicho bombardeo es…