El voto electrónico y la cultura de corrupción republicana

Hace unos meses les contamos lo fácil que era “hackear” las máquinas electrónicas para votar fabricadas por la compañía Diebold y obtener así el resultado electoral deseado.

Estas máquinas son usadas en muchos estados del país y su uso ha sido particularmente controversial en Florida y Ohio en donde aún existen acusaciones de fraude electoral que habrían resultado en…

…la elección de Bu$hCo en los años 2000 y 2004, respectivamente.

Coincidentemente, la compañía Diebold es uno de los donantes más importantes del partido republicano. Y como si esto fuera poco, el ex-presidente de la compañía había ofrecido “brindarle” a Bush una victoria en Ohio en las elecciones presidenciales del 2004.

El encargado de asegurarse que Diebold obtuviera el contrato para el uso de sus máquinas en Ohio fue el controvertido Secretario de Estado, el republicano Kenneth Blackwell.

Blackwell le dio en todo momento la preferencia a Diebold para que obtuviera el contrato con el estado lo cual causó la protesta de otros fabricantes de estas máquinas y levantó sospechas sobre lo que habría detrás de este negocio.

Pues hoy día nos enteramos que Blackwell poseía acciones en Diebold al mismo tiempo que la Secretaría de Estado de Ohio bajo su mando negociaba un contrato que daba claramente la preferencia a ésta compañía.

Los extremos a los que Blackwell acudió para asegurarse que Diebold obtuviera el contrato son simplemente extraordinarios y demuestran claramente la extensión de la cultura de corrupción que forma parte integral del partido republicano.

Indudablemente que la existencia misma del partido republicano en su manifestación actual es un gran conflicto de interés.

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