Hace algunos meses les dimos detalles sobre el trabajo que hacía la ex-agente secreta de la CIA Valerie Plame, cuya identidad fue revelada públicamente por Karl Rove y Lewis (Scooter) Libby por motivos políticos bajo órdenes de Bush y Cheney.

En esa ocasión les dijimos que Plame formaba parte de un grupo de espías de la CIA llamados…

…agentes con “cubierta no oficial” (conocidos por las siglas NOC). Los agentes NOC hacen los trabajos más riesgosos y viajan a países extranjeros con su propio pasaporte regular como personas privadas careciendo así de la protección del gobierno de los EEUU en caso de ser descubiertos.

Resulta que lo más grave de todo este asunto es que en el momento de divulgarse su identidad hace tres años, Valerie Plame era parte importante de una operación muy especializada que se encargaba de seguirle el rastro a la distribución y adquisición de tecnologías relacionadas a armas de destrucción masiva, incluyendo tecnología nuclear, en Irán.

Plame jugaba un papel fundamental en la vigilancia y rastreo del tráfico de material nuclear hacia Irán y, al revelarse su verdadera identidad, todo este esfuerzo por vigilar los intentos de proliferación nuclear de este país quedaron básicamente desmantelados.

Congresistas demócratas le han pedido a la CIA que reporte el daño que esta maniobra política habría ocasionado a la seguridad nacional, particularmente en momentos en que la administración Bu$hCo parece encaminarse a otra guerra y otro desastre esta vez con Irán precisamente bajo el pretexto de que este país está fabricando armas nucleares.