Aunque esta vez la cosa va a ser demasiado real.

Resulta que como la situación en ese país continúa empeorando y cada vez hay más pérdidas (en los últimos tres días murieron 17 soldados estadounidenses y muchos más iraquís), Bush ha resuelto enviar a una de sus asesoras más próximas a solucionar el problema.

Bush a encomendado a Meghan O’Sullivan que regrese a Iraq con el objetivo de conseguir la paz entre todos los que hoy se matan entre ellos en los diferentes conflictos que existen. Y por supuesto, de paso ordenarles a los iraquís que dejen de pelear contra los estadounidenses.

O’Sullivan es una “experta” en Iraq que ya estuvo en ese país como parte de…

…la Autoridad Provisional de la Coalición que se instaló en ese país poco después de la invasión y de la caída de Saddam Hussein.

Como recordarán, la Autoridad Provisional de la Coalición bajo el mando primero de Jay Garner y luego de Paul Bremer (y con la asesoría de O’Sullivan) fue la responsable de planear y establecer el gobierno en la primera fase de la ocupación.

O sea durante la época en que empezó el caos y ocurrieron todos los saqueos de museos y oficinas del gobierno. La misma época cuando Bremer resolvió disolver a las fuerzas armadas iraquís para que sus efectivos, al quedarse sin trabajo y sin pago alguno, pudieran integrarse a las filas de los insurgente que hoy pelean contra los estadounidenses.

Bastante bien que resultó ese plan inicial.

Pero como Bush nunca cometió un error que no quiera volver a cometer, ahora ha decidido que la persona indicada para resolver los problemas actuales de Iraq es nada menos que la misma que “resolvió” los problemas de la fase inicial.

Increíble pero cierto.